Mérida 18 de junio de 2022.- Otro año más, ha dado comienzo la Época de Peligro Alto de Incendios Forestales. Durante los próximos meses los Bomberos/as Forestales extremeños combatirán las llamas bajo unas condiciones extremadamente duras, pero sin dudar ni un momento a la hora de proteger a las personas, sus bienes y nuestra querida riqueza medio ambiental.
Lo harán como profesionales extremadamente comprometidos con su trabajo, muy cualificados y experimentados, sin dudar en dar el 120% si es necesario…y lo harán pese a la falta de empatía, respeto o consideración por parte de las personas encargadas de dirigir y coordinar el Plan INFOEX, que, por enésima vez, sin dudarlo, parece que, en vez de apoyar, tratan de poner trabas a su labor.
No solo no se ha tenido previsión alguna en cuanto a la falta de personal en las unidades de extinción, con multitud de equipos de trabajo muy por debajo de los necesarios 6 o 7 Bomberos, sino que, no hay reparo en convocar tarde y mal, pruebas para crear una bolsa con la que cubrir la multitud de plazas que se precisan, pruebas y exámenes que se realizan o van a realizar actualmente, y que supone dejar mermadas, aun mas, las unidades en esos días de examen: 2 Bomberos forestales, 1 Bombero Forestal, unidades sin conductor para el vehículo pesado de extinción…
Mención especial, al sinsentido y horror de tener que ver como trabajadores de más de 60 años, próximos ya a la edad de jubilación, tras muchísimos años de fatigas delante de las llamas, no tienen posibilidad alguna de pasar a una segunda actividad, o retirarse al menos a trabajos menos exigentes y peligrosos que el combate de los incendios. Es curioso, mucho, pero el Servicio de Salud y Prevención de Riesgos Laborales, entiende que un Agente del Medio Natural no debe de realizar guardias de incendios más allá de los 60 años, pero un Bombero Forestal, en primera línea, puede sin embargo seguir padeciendo humo, calor, peso, esfuerzos físicos brutales… hasta su ultimo día en activo. Hasta el día que se sufra una tragedia no recapacitaremos en cuanto a la enorme exigencia física que se le está demandando a Bomberos que por un mínimo sentido común, deberían de estar ya disfrutando de una merecida pre-jubilacion.
Suma y sigue: paralizada desde hace muchos años ya, por “acuerdo entre los sindicatos y la administración” la entrega anual de Equipos de Protección Individual (la obligatoria protección que se debe proporcionar y emplear en la lucha contra los incendios) que marca el V Convenio colectivo, son muchos los Bomberos Forestales que pese a pedir que se cumpla con la reposición del material deteriorado, se encuentran con la misma respuesta siempre: “no hay en el almacén”… Algo tan elemental y obligatorio, como proporcionar a los Bomberos el material necesario para su protección, está totalmente abandonado, sin previsión alguna, cubriendo con parches las necesidades…¿A dónde se va el dinero presupuestado para la compra de estos equipos? ¿Qué tienen que decir los sindicatos mayoritarios que aceptaron no cumplir el V Convenio y no entregar los equipos?
La situación es bochornosa: bomberos acudiendo a incendios con botas medio deshechas, que, además, en caso de sufrir un accidente o daño, pueden enfrentarse a sanciones por emplear equipos defectuosos… pero, ¿dejamos de atender los incendios? ¿Responsabilidad en cuanto a acudir al fuego, o responsabilidad de no emplear el equipo en mal estado? Lo que queda claro es que la auténtica falta de responsabilidad es del encargado de suministrar estos equipos, y de los que con su firma aceptaron que no se cumpliese lo legalmente dispuesto en el V Convenio colectivo.
Seguimos sumando: unidades que, tras acudir a incendios, trabajar durante horas en extinción, se quedan sin comer. El trabajo en extinción que desempeñan los bomberos forestales, además de realizarse bajo unas condiciones muy adversas, se desarrolla durante largas jornadas. Todos los estudios realizados coinciden en que se trata de un auténtico “maratón”, un trabajo comparable a una actividad deportiva de alta resistencia, en la que el consumo de líquidos y alimentos de calidad es más que necesario, por simples motivos de salud y seguridad, además de la propia eficiencia en la extinción.
¿Qué está ocurriendo? Unidades que son movilizadas a primera hora de la mañana, 7-8 de la mañana, trabajan en extinción hasta mediodía, 12 a 2 de la tarde, regresan a sus bases, y se quedan sin comer. Continúan su jornada hasta las 22:00 o más, en caso de incendio, pero sin haber comido… ¿Cómo se permite esto? Muy sencillo: el protocolo de manutención del Plan INFOEX marca que no se le proporcionará comida a ninguna unidad a menos que vaya a continuar en el incendio más allá de las 16:00… No se entrega alimentos ni agua antes de esa hora… Pueden pasar muchas horas de trabajo en extinción desde el desayuno hasta que un bombero pueda alimentarse adecuadamente.
Esta situación se está dando en los últimos días, y ante la queja de los Bomberos, el Mando del Plan INFOEX contesta que la instrucción es clara: ni se proporciona comida, ni se permite al personal abandonar la base para obtenerla ¿Qué se está buscando? ¿Acaso el mando del INFOEX quiere provocar un accidente o daño a los Bomberos? Esta situación vulnera derechos básicos de cualquier trabajador, máxime cuando en las bases de Bomberos Forestales la única dotación que proporciona la administración es un microondas y un pequeño frigorífico, a todas luces insuficiente y ridículo.
Para rematar la situación y zanjarla, se responde de nuevo a los Bomberos forestales por parte de sus Mandos, que el protocolo de alimentación cuenta con el beneplácito de los sindicatos, que lo negociaron y aceptaron, y que lo que debe el personal es “tener unas latas o unas galletas en la mochila” Vergonzoso y esperpéntico, palabras y acuerdos delante de una mesa repleta, en la que lo que menos importa es lo que le ocurra al bombero forestal.
La situación con la cena es similar, e incluso se dan casos a menudo, en los que, tras una intervención, sin comida, cena o desayuno alguno, antes de llegar a su base, una o varias unidades son reclamadas para una nueva intervención… por lo que siguen sumando más y más horas sin comida ni bebida.
Mientras que el servicio de incendios se congratula y enseña orgulloso el “Dron”, los nuevos camiones, los medios aéreos, y saca pecho mostrando todo el presupuesto para la extinción de incendios, el motor real, el musculo que mueve el operativo, lo Bomberos/as Forestales se quedan sin comer, cenar o desayunar intervención tras intervención, con el beneplácito adicional de los sindicatos, que por lo que se puede observar, no tienen reparo alguno en apoyar la dejadez y menosprecio imperante.